Madrid, fase cero, no podemos salir a la calle. Vivo en un piso pequeño sin balcón. Me obsesiona el único rayo de luz que entra por la ventana los días de sol. Mi cuerpo vive en una continua búsqueda de esa luz, como si fuera una planta que se retuerce para alimentarse.
Todas estas fotos están tomadas entre los meses de marzo y mayo de 2020 en Madrid, cuando no tenía otra opción que mirar hacia adentro.
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